Tipos de Alopecia

Los trastornos de pérdida capilar comprenden un extenso grupo de afecciones que pueden clasificarse como alopecia cicatricial y no cicatricial.

Las alopecias cicatriciales primarias afectan directamente a los folículos pilosos, mientras que las alopecias cicatriciales secundarias se dirigen a la dermis y, en consecuencia, destruyen los folículos.

La alopecia cicatricial primaria es causada por enfermedades inflamatorias del cuero cabelludo que conducen a la destrucción de las estructuras pilosebáceas y al reemplazo de las estructuras pilosebáceas por tejido cicatricial, lo que conduce a una caída irreversible del cabello (5). El liquen planopilaris (LPP), la alopecia cicatricial centrífuga central (ACCC), el lupus eritematoso discoide y la foliculitis decalvans se asocian con alopecia cicatricial irreversible.

Las alopecias no cicatrizantes incluyen algunos de los tipos más comunes de trastornos de pérdida de cabello y se caracterizan por una inflamación mínima o nula. A diferencia de la alopecia cicatricial, en la alopecia no cicatricial no hay destrucción de los folículos pilosos, y, por lo tanto, se espera cierto grado de crecimiento capilar después de que la afección se haya estabilizado.

La alopecia androgenética, el efluvio telógeno, la tricotilomanía, la alopecia areata, las primeras etapas de la alopecia por tracción y la tinea capitis, entre otros, se incluyen en este grupo (6).

Debido a que en la fisiopatología de la pérdida capilar están implicados múltiples factores, el manejo de estas condiciones puede ser muy complejo. Esto ha provocado que a lo largo de los años se hayan ido desarrollando terapias más o menos efectivas que intentan evitar la pérdida capilar o intentar recuperar los problemas capilares, aunque todavía queda un largo camino por recorrer para entender qué sucede específicamente en cada persona a nivel individual y, por tanto, cuál sería la mejor terapia para específica para ellos.